Circuito de Nurburgring Nordschleife

En las montañas Eifel, a unos 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Coblenza, se encuentra un lugar mítico para los amantes del automovilismo: el Nürburgring. Este autódromo, también conocido como el “Infierno Verde” o “Grüne Hölle”, ha sido testigo de hazañas épicas, tragedias y momentos inolvidables desde su inauguración en 1927.

El Nürburgring original fue concebido como un lugar de pruebas para las marcas alemanas de automóviles. Diseñado por Otto Creutz, su construcción comenzó en septiembre de 1925. Dos años después, en 1927, el circuito albergó el Gran Premio de Alemania y el Gran Premio de Alemania de Motociclismo. En esa época, el trazado completo abarcaba 28,3 kilómetros y estaba formado por dos secciones: la Südschleife (7,5 km) y la Nordschleife (22,8 km).

El desafío del Infierno Verde

El Nordschleife, la sección norte, se ganó su reputación como uno de los circuitos más difíciles y agotadores del mundo. Los pilotos que dominaban cada curva y conquistaban sus desafíos eran llamados Ringmeister o “maestros del circuito”. Nombres como Rudolf Caracciola, Tazio Nuvolari y Bernd Rosemeyer se inscribieron en la leyenda del Nürburgring.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Gran Premio de Alemania regresó al Nürburgring y se mantuvo allí durante décadas. Pilotos como Alberto Ascari, Juan Manuel Fangio, Stirling Moss, John Surtees, Jackie Stewart y Jacky Ickx se enfrentaron al desafío del Infierno Verde. Sin embargo, la pista se volvía cada vez más peligrosa debido al aumento constante de las velocidades de los Fórmula 1.

El cambio y la «casi» tragedia

En 1970, el Gran Premio de Alemania se mudó temporalmente al Hockenheimring mientras se reconstruía la sección norte del Nürburgring. Se eliminaron obstáculos y se instalaron barreras de seguridad, pero esto no fue suficiente. En 1976, un accidente casi fatal del piloto Niki Lauda precipitó la salida del Nürburgring de las competiciones de Fórmula 1. Su bólido perdió el control, trompeó y se estrelló contra la barrera. Al no decelerarse por la falta de escapatoria, el impacto fue fuerte y el coche se convirtió en una bola de fuego. Afortunadamente Niki pudo salir vivo, pero sufrió graves quemaduras, especialmente en el rostro.
El circuito ya no cumplía con las nuevas regulaciones de seguridad y su extensión dificultaba la cobertura televisiva. Aquí se acabó la aventura de la Fórmula 1 y monoplazas en el Infierno Verde.

Incorporación del GP y últimos años

Entre 1981 y 1984, se construyó el circuito Nurburgring GP, en parte sobre el antiguo trazado de la Südschleife, reduciendo su longitud a 4,5 kilómetros. Un trazado más moderno que cumplía con los estándares de seguridad y que trajo de vuelta a la Fórmula 1 en el año 2009. Además, el GP estaba conectado con el antiguo Nurburgring, pudiéndose hacer una vuelta completa a ambos circuitos, lo que se bautizó como Nordschleife + GP. Esta variante se usa en carreras de resistencia como las 24H de Nurburgirng.
Hoy, el Nordschleife sigue siendo uno de los circuitos más temidos y difíciles de conducir, con 73 curvas a izquierdas, 81 a derechas y una diferencia de altura de 300 metros a lo largo del trazado. Un trazado que no permite errores porque los guardarraíles están muy cerca, salirte del asfalto implica, casi con total seguridad, que tendrás un choque fuerte contra las barreras.

En la actualidad, el Infierno Verde es un trazado usado por las grandes marcas de deportivos, como BMW, Ferrari, Lamborghini o Mercedes para probar y testear sus modelos antes de producción. Una pista tan completa que es ideal para afinar los coches de calle, y por supuesto, muchos buscan desafiar al crono y presumir de los tiempos logrados.

En su historia reciente, no podemos olvidarnos de la locura realizada por Porsche en el año 2019 batiendo el récord de tiempo por vuelta al Nordschleife. Usaron el prototipo 919 híbrido de Le Mans, pero modificado y sin restricciones para lograr unas prestaciones de infarto. Más de 1160 caballos, sólo 849Kg y aerodinámica activa para alcanzar 370km/h en la recta del Nords. Su piloto, Timo Bernhard aseguró que realmente pasó miedo al volante del 919 EVO. Y no es para menos, ya que su tiempo rebajó en más de 50s el récord anterior, dejando el crono en 5 minutos 19s y 546 milésimas.

En resumen, el Nürburgring es mucho más que un simple circuito. Es un lugar donde la pasión, la historia y la emoción se entrelazan en cada curva, y donde los valientes pilotos se miden a sí mismos contra el reloj, la leyenda y sobre todo, el peligro.