Circuito de México: Autódromo Hermanos Rodríguez

El Autódromo Hermanos Rodríguez, ubicado en la Ciudad de México, no es solo un circuito de carreras, sino un ícono del automovilismo y un símbolo de la pasión mexicana por la velocidad. Su historia comienza en la década de 1950, cuando un grupo de entusiastas del motor, encabezados por los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez, concibió la idea de construir un autódromo de primer nivel en la capital del país.

El proyecto del trazado se puso en marcha en 1955 y contó con el apoyo del gobierno mexicano y la comunidad local. La construcción del trazado, diseñado por el reconocido Pedro Rodríguez, se completó en 1959 y la inversión total ascendió a 25 millones de pesos. Su nombre se consolidó poco después, cuando Ricardo Rodríguez perdió la vida durante una práctica para el Gran Premio de México de Fórmula 1 en 1962.

Cambios en el trazado:

Uno de los cambios más icónicos es la incorporación del Estadio Foro Sol al trazado. Antiguamente, la curva Peralta del óvalo era espectacular y aterradora, pero desde el año 2014 está atravesada por el circuito, llevándonos a través del antiguo estadio de béisbol. Esta sección proporciona una de las vistas más singulares en la Fórmula 1, con los autos rugiendo entre las gradas y la pista.

La curva uno hasta el 1985 se conocía como espiral. Era abierta y rápida pero se sustituyó por las Eses de Solana, una chicane amplia y redonda que en el año 2015 se afiló en sus vértices.

Otra sección que ha variado mucho a lo largo del tiempo son las curvas después de la recta trasera. La sección de la curva «Ese de Lago» y «Horquilla» se han modificado hasta en cuatro ocasiones. Y continuando con «las Eses», también se revisaron sus ángulos en el 2015.

Particularidades de la pista:

El Autódromo Hermanos Rodríguez se encuentra ubicado a una altitud de 2.240 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud tiene un impacto significativo en el rendimiento de los vehículos.

La menor densidad del aire a gran altitud reduce la potencia de los motores, reduce la carga aerodinámica y dificulta la refrigeración de motor y frenos.. Antiguamente los motores atmosféricos perdían mucho rendimiento por la falta de oxígeno. Con los motores con alimentación Turbo esa deficiencia se redujo considerablemente.
En cuanto a la aerodinámica, el aire es tan poco denso que los monoplazas de Fórmula 1 montan alerones de máxima carga aerodinámica y aún y así alcanzan las velocidades más altas del calendario. De hecho, el récord de velocidad punta lo ostenta Valtteri Bottas en 2016 con su Williams alcanzando unos vertiginosos 372.6 km/h.

Otro detalle de la pista mexicana reside en el estadio. Normalmente el pódium se sitúa en la tribuna principal de meta, pero en el Autódromo de México está integrado en el propio estadio. Así, todos los aficionados de las gradas podrán ver a la perfección a los tres mejores de cada carrera. Y por si fuera poco, el coche del ganador se eleva en un ascensor para acompañar a los pilotos.