Circuito de Paul Ricard

El Circuito Paul Ricard, ubicado en Le Castellet, Francia, tiene una rica historia que se remonta a su inauguración en 1970. Fue concebido y financiado por el magnate de las bebidas, Paul Ricard, cuyo objetivo era crear una pista moderna y segura para las competiciones de automovilismo. En sus inicios, el trazado se destacó por sus innovaciones tecnológicas y de seguridad, como la amplia recta Mistral y la desafiante curva Signes, que rápidamente lo posicionaron como uno de los favoritos tanto para los pilotos como para los equipos.

Desde su inauguración, el Paul Ricard se convirtió en un escenario clave para el automovilismo internacional. En 1971, apenas un año después de su apertura, el circuito albergó su primer Gran Premio de Francia de Fórmula 1. La combinación de sus características técnicas y sus avanzadas medidas de seguridad atrajo a las principales categorías del automovilismo mundial. La Fórmula 1 fue una presencia constante en Paul Ricard hasta 1990, consolidando su reputación en el calendario de la F1.

Evolución, adaptación y cambios

A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, el Paul Ricard no solo fue sede de la Fórmula 1, sino también de otras prestigiosas competiciones como el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), el Gran Premio de Motociclismo y diversas categorías de coches deportivos y turismos. La pista era conocida por su versatilidad y por ofrecer desafíos únicos en cada competición, lo que aumentó su prestigio y su atractivo para los eventos internacionales.

En 1999, el circuito fue adquirido por Excelis, una empresa encabezada por Bernie Ecclestone, entonces director ejecutivo de la Fórmula 1. Esta adquisición marcó el comienzo de una nueva era para el Paul Ricard. Se realizaron extensas renovaciones para modernizar el trazado y convertirlo en un centro de pruebas de primer nivel. Las mejoras incluyeron la instalación de superficies de escapatorias en asfalto coloreadas según la abrasión y una amplia infraestructura tecnológica con sistemas avanzados de telemetría y seguridad.

Centro de Pruebas de Alta Tecnología

Rebautizado como Paul Ricard HTTT (High Tech Test Track), el circuito se transformó en una instalación de pruebas de vanguardia para equipos de Fórmula 1 y otras categorías de primer nivel. Las características del HTTT, como las múltiples configuraciones de pista y las opciones de mojado artificial, ofrecieron un entorno controlado ideal para el desarrollo y la evaluación de vehículos de competición. Durante este periodo, aunque el circuito dejó de albergar eventos de carreras públicas, se convirtió en un recurso invaluable para la ingeniería y la innovación en el automovilismo.

Retorno de la F1

En 2009, tras casi dos décadas fuera del calendario de la Fórmula 1, el Paul Ricard comenzó a recuperar su papel como sede de eventos de carreras. En 2018, el Gran Premio de Francia de Fórmula 1 regresó al circuito, marcando una nueva etapa en su historia. Este retorno fue recibido con entusiasmo tanto por los aficionados como por los participantes, y reafirmó el estatus del Paul Ricard como una de las principales sedes del automovilismo mundial.

La máxima categoría del automovilismo corrió en el trazado de Paul Ricard hasta el año 2021. Sus dos últimas ediciones estuvieron plagadas de críticas por la facilidad de saltarse los límites de pista y salir indemne al tener todas las escapatorias asfaltadas. Una pista con muchos detractores (espectadores) pero también de agrado de numerosos pilotos.