Circuito Internacional Buddh

La pasión por la Fórmula Uno en India creció con las carreras de Narain Karthikeyan y Karun Chandhok, y la propiedad del equipo Force India por parte de Vijay Mallya. Con una población de 1.2 billones y una clase media en crecimiento deseosa de gastar su dinero, India se convirtió en un objetivo principal para Bernie Ecclestone en su búsqueda de expandir el circo de la Fórmula Uno en nuevos mercados asiáticos.

Sin embargo, el camino hacia la creación del primer circuito de Fórmula Uno del país fue tortuoso. Aunque se habló de celebrar una carrera en Calcuta desde 1997, nada se concretó. Luego, la atención se centró en un sitio cerca del aeropuerto de Bangalore en 2003, pero esto también quedó en nada. Más prometedor fue un plan para construir un circuito cerca del aeropuerto en Hyderabad, pero el acuerdo de siete años para celebrar la carrera se vino abajo.

Ubicación definitiva

En 2007, se consideraron cinco sitios en todo el país para el circuito. Finalmente, con la participación de la Asociación Olímpica de India, se llegó a un acuerdo para construir el circuito en Greater Noida, cerca de Nueva Delhi. La primera carrera en las nuevas instalaciones estaba programada para 2009.

El circuito, ubicado en la Ciudad Deportiva Jaypee, abarcaba 5,000 acres e incluía casas, instalaciones de ocio y estadios deportivos. La construcción comenzó en octubre de 2008 y se completó con un costo de alrededor de $400 millones. A pesar de los retrasos debido a la crisis financiera mundial, el circuito finalmente se inauguró en 2011.

Llegada de la Fórmula 1

Desde su apertura en 2011 hasta su último evento en 2013, el Circuito Internacional de la India, albergó carreras de la Fórmula 1. Durante estos tres años, el circuito fue testigo de emocionantes duelos entre algunos de los mejores pilotos del mundo, con Sebastian Vettel dominando la pista al volante de su Red Bull y asegurando la victoria en todas las ediciones del Gran Premio de India. Estas carreras no solo atrajeron a entusiastas locales, sino que también contribuyeron a posicionar a la India en el mapa del automovilismo internacional.

Como anécdota, varias sesiones de entrenamientos de la F1 tuvieron que aplazarse por la invasión de pista de perros callejeros. Este problema lo solventaron poniendo dispositivos de ultrasonido. Además, las cifras de asistencia a los Grandes Premios no fue la esperada, y el último año acudieron menos espectadores al trazado.

Caída en el olvido

Durante el transcurso del GP del 2013, ya se empezó a hablar de problemas en la organización del evento. Justo una semana después de finalizar la carrera se llevaron a cabo una serie de reuniones. Problemas legales y fiscales con las autoridades locales, incluidos disputas sobre impuestos y tarifas aduaneras, crearon un clima de incertidumbre en torno a la viabilidad a largo plazo del circuito como anfitrión de eventos internacionales de automovilismo.
Estas dificultades financieras y legales, junto con una disminución en el interés por parte de los organizadores y los fanáticos, finalmente condujeron a la cancelación del Gran Premio de India y al abandono del circuito como sede de la Fórmula 1.

Vuelta de la competición

Tras varios años de incertidumbre y abandono, el Circuito de Buddh experimentó un renacimiento inesperado con la llegada de MotoGP en 2023. Después de una serie de negociaciones y preparativos, Dorna Sports, el organizador de MotoGP, llegó a un acuerdo con Fairstreet Sports para albergar un Gran Premio de India de MotoGP. Esta noticia emocionó a los fanáticos locales y revivió el interés por la competición en la región.

Rápidamente la pista recibió los elogios por parte de los pilotos de MotoGP, destacando las largas rectas, ondulaciones y desafiantes curvas rápidas. Algunas de las sesiones estuvieron afectadas por las lluvias Amazónicas, sufriendo retrasos e interrupciones. El calor y la alta humedad también hicieron acto de presencia, poniendo incluso en duda la durabilidad de los neumáticos y decidiendo acortar las vueltas de la carrera.

La carrera estuvo plagada de incidentes y caídas, la segunda más accidentada del año. Aunque no tuvo una gran asistencia (unos 110.000 espectadores en todo el fin de semana), la carrera estuvo plagada de emoción y grandes duelos. Hubo un sentimiento general de que el GP de India de MotoGP había llegado para quedarse.